Toda la familia vive conflictos a su manera. Los desacuerdos son una parte normal de una familia. Así, los problemas familiares son, muchas veces, resultado de diferentes personalidades, malentendidos y problemas familiares estresantes.
Comprender que el conflicto es normal es el primer paso para aprender a lidiar con estas situaciones.
Pensando en ello, a continuación te presentamos los problemas familiares más comunes.
1. El conflicto parental
El conflicto parental – entre padres e hijos u otros familiares – es común en muchas familias y, muchas veces, involucra a toda una familia.
La mayoría de los problemas parentales giran en torno de cuestiones financieras, infidelidades, diferentes puntos de vista sobre la educación de los hijos y la toma de decisiones familiares.
Un estudio de 1998, publicado en «Family Relations», descubrió que los niños en familias de alto conflicto demostraron niveles más bajos de bienestar, problemas de internalización y externalización de comportamientos, así como conflictos con compañeros de escuela o de trabajo.
2. Comunicación familiar pobre
Otro tipo de conflicto familiar es la falta de comunicación. En la sociedad de hoy en día, muchas familias se comunican superficialmente y no tienen tiempo para compartir conversaciones significativas.
El conflicto en este contexto, es que no hay oportunidades para discutir los valores familiares, problemas y otros temas importantes; esto, muchas veces, lleva a malentendidos.
Los conflictos de comunicación también están presentes en las familias que no cuentan con habilidades de comunicación saludables y que suelen expresarse mediante gritos, maldiciones, culpar a otros familiares e insultar.
3. La lucha de poder entre padres e hijos
Una lucha de poder entre padres e hijos puede crear conflictos y estrés para toda la familia. Tener un niño o joven que quiere controlar o sobreponerse al padre o la madre lleva a una mayor frustración de y disminuye la paciencia al tratar con otros miembros de la familia.
Las demás niños, por lo general, sienten que el niño desafiante está recibiendo más atención y pueden comenzar a actuar de una manera semejante.
Las luchas de poder a menudo son el resultado de diferentes temperamentos de los padres y los hijos; o bien, de etapas de desarrollo difíciles, como los «terribles niños de dos años» o el periodo de la adolescencia.
4. Diferentes culturas y puntos de vista
Algunas familias experimentan conflictos como resultado de diferentes puntos de vista sobre cuestiones importantes. Los padres que crecieron en una generación diferente muchas veces tienen problemas para entender la sociedad de hoy.
Otras familias tienen problemas para resolver las expectativas que los padres tienen sobre sus hijos. Muchas veces, los padres se imaginan un futuro ideal para sus hijos, lo que puede resultar en conflictos más frecuentes si los niños o jóvenes siguen una dirección diferente.
Familias inmigrantes pueden enfrentar conflictos debido a los diferentes puntos de vista sobre la aculturación. Un estudio publicado en «Journal of Personal and Social Relationships», por ejemplo, encontró que las familias con altos niveles de estrés en cuanto a la aculturación, presentaban niveles más bajos de cohesión familiar; así como más conflictos entre padres e hijos.