Peleas entre hermanos ¿Qué deben hacer los padres?

Las discusiones y las peleas forman parte de una relación normal entre hermanos pequeños. Cómo deben responder los padres a estas situaciones ha dividido siempre a los psicólogos de asuntos de familia.

Mientras unos afirman que no se debe intervenir, una investigación reciente señala que inmiscuirse y participar en estos problemas es la forma de lograr que los chicos se lleven bien.

La investigación de la revista Journal of Marriage and Family afirma que los hijos se llevan mejor cuando sus padres participan en sus discusiones.

De acuerdo con este estudio, los dos extremos son nocivos: Responder de una forma dura y castigadora cuando se pelean los hermanos provoca más rencor y una relación más distante entre ellos.

¿Intervenir o no?

Muchos expertos aconsejan que se debe prestar atención a estas discusiones filiales para lograr que reine la paz en el hogar.

La pedagoga educadora Gema García Chillerón, que ejerce en Toledo, España, indica que hay que intervenir siempre: «Es importante que el hogar sea considerado como un lugar protegido donde no está permitido destrozarse el uno al otro. Los niños no saben controlarse y necesitan que sus padres les ayuden».

Pero otra teoría pedagógica afirma que los padres no deben participar en las peleas entre hermanos a no ser que la situación se descontrole, ya que lo más indicado es dejar que ellos aprendan a resolver sus problemas.

Afirman que inmiscuirse en todas las peleas buscando responsables no es sano para las relaciones familiares.

Los que pelean son responsables

La teoría psicológica de Alfred Adler se basa en esa premisa: No hay que intervenir en las peleas de niños. Permitiendo que resuelvan sus propios problemas aprenden a llevarse bien.

De hecho, afirma, muchas peleas las provoca la presencia de uno de los padres. Cuando el padre o la madre separa a los niños o actúa como un juez lo que hace es empujarles a seguir peleando.

Adler afirmaba que muchas veces el benjamín de los niños (el hermano más pequeño) provoca la pelea para que los padres actúen en contra del hermano mayor.

Cuando los dos hermanos se pelean, ambos están participando y son igualmente responsables del problema.

Lo ideal es el punto intermedio

Elizabeth Pantley, presidenta de la organización Better Beginnings, aconseja que en lugar de participar como jueces, los padres «hagan algunas sugerencias para lograr una comunicación positiva. Díganles: Sé que pueden resolver este problema.

Piense que los niños discuten durante más tiempo y con más dureza si uno de sus padres está presente».

El nuevo estudio coincide con esta opinión y defiende la idea de que hay que intervenir hasta cierto punto. Los autores del estudio aconsejan que la próxima vez que tus hijos peleen, después de establecer claramente cuáles son los límites de lo que está permitido, dejen que sean los mismos niños quienes resuelvan el problema sin convertirse en árbitros.

Estarás contribuyendo a desarrollar su capacidad de negociación y socialización.

Ten en cuenta que «cuando pelean los hermanos están midiendo su fortaleza física y psicológica», concluye García Chillerón.


1 comentario

  1. miguel dice:

    Muy bueno. Muchas gracias.Dios los bendiga


Nota: La información proporcionada en este sitio es sólo una guía de orientación y no reemplaza a la atención médica que pueda proporcionarle un especialista de salud.

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