Muchas organizaciones, educadores e instituciones educativas de todo el mundo están tratando de inspirar en los niños un estilo de vida más verde y saludable. Pero ¿qué tan difícil es y qué puede enseñárseles a los niños sobre ecología en nuestra propia casa?
Las siguientes ideas podrían ayudarnos a incentivar en ellos un pensamiento más ecológico.
Reciclan de manera natural
Los niños siempre encuentran soluciones creativas de reutilizar un objeto. Ellos no quieren desprenderse de su ropa vieja, les gustan los juguetes rotos, pueden hacer arte tan sólo con las virutas de sus lápices y juegan con cualquier cosa que los adultos podrían tirar a la basura sin pensarlo dos veces.
Un niño feliz haría toallitas para la cocina de sus camisas viejas si tiene la ayuda de sus padres en la costura.
Los niños no ven los objetos como lo que son, porque con su imaginación pueden transformarlos en otra cosa. Los niños ven cajas o latas como casas de muñecas.
Les gusta jugar fuera
A menudo los adultos nos vemos inmersos en la tecnología que en la mayoría de veces es utilizada en el interior de nuestra casa cuando aprendemos o trabajamos, mientras que normalmente los pequeños prefieren jugar y realizar actividades al aire libre, que incluso les aporta beneficios inimaginables, tanto física como mentalmente.
Un niño siempre preferirá ir al parque en lugar de hacer la tarea en su habitación, no porque sean perezosos y no quieran hacer la tarea, sino porque la naturaleza parece magia en sus ojos: Hay estímulos visuales, movimiento, interactividad y otros niños.
Ellos están ansiosos de aprender más acerca del medio ambiente que los adultos debido a que en la naturaleza es el lugar donde se han divertido y de esta manera pueden aprender mejor; aman sinceramente al medio ambiente (no es casualidad que los niños se sientan tristes al ver, por ejemplo, a otros cortar árboles).
Enséñanos de tal modo que a medida que vivimos cerca de la naturaleza, debemos también cuidarla.
Los niños se ensucian
Muchos han hecho tortas de barro o tierra en su infancia empleando bacterias y microbios, hasta que la madre o su padre les prohibió en tono de estricta dicha ocupación tan peligrosa.
De hecho, la vida en un entorno estéril aumenta el riesgo de infecciones y reduce las defensas naturales del cuerpo. Dejemos que los niños se ensucien y puedan experimentar con el medio ambiente que les rodea.
Por último, los niños se divierten mucho reciclando con la separación de los objetos en la categoría adecuada y la ubicación.
Así que es una buena idea enseñarles a reciclar en casa y que ellos puedan aprender que los objetos pueden tener otros usos y con ello contribuimos a cuidar nuestro medio ambiente.
Los niños están abiertos a aprender nuevos hábitos si actuamos correctamente desde una edad temprana, si dejamos que ellos muestren sus instintos y sus capacidades quizás incluso pueda que aprendamos muchas cosas cosas de ellos, cosas que tal vez hicimos cuando también fuimos niños.