¿Qué es una hemodiálisis?

Es un tratamiento que sustituye las funciones de los riñones, cuando estos son afectados de forma brusca o irreversible. Actualmente, la aplicación de hemodiálisis es usada en distintos cuadros médicos donde las capacidades renales son insuficientes.

La hemodiálisis es un tratamiento que se aplica durante varias sesiones, se debe ser muy estricto y responsable en este aspecto. Así, se le asegura al paciente una buena calidad de vida, aunque el desempeño renal no sea óptimo.

¿Cuándo debe aplicarse?

Tras acudir a un nefrólogo, este, es un especialista de la salud en cuanto al funcionamiento renal se refiere.

Si usted, padece algún síntoma de trastornos renales, hipertensión, intoxicación sanguínea, anemia, debilidad, irregularidades hormonales y dolor en las articulaciones.

Entonces, el nefrólogo determinará según la gravedad del caso, el empleo, dosis y las sesiones a las que deberá asistir el paciente.

¿En qué consiste?

Esta terapia de reemplazo renal comienza con la preparación, semanas o meses antes de la primera sesión, para crear un área de acceso vascular. Puede ser, un injerto o fístula arteriovenosa; la primera consiste en conectar un tubo a una vena para acceder al torrente sanguíneo. La segunda, consiste en crear un vaso sanguíneo uniendo una vena y una arteria.

Cuando las zonas estén descansadas y listas, se inicia inserción de dos jeringas conectadas a tubos de plástico. Estos, estarán conectados a un dializador, la máquina que hace las veces de un riñón durante la hemodiálisis.

A continuación, la sangre saldrá por uno de los tubos y fluirá hacia el dializador, allí la sangre será tratada con fibras y líquido dializante. Estos, eliminarán los desechos, filtrarán el agua y los electrolitos en la sangre.

Finalmente, la sangre purificada fluirá hacia el otro tubo conectado al paciente, lista para cumplir sus funciones con normalidad. Inmediatamente, se retiran los tubos, se limpia la zona, y el paciente podrá irse hasta su siguiente sesión.

¿Para qué sirve?

La hemodiálisis ayuda a regular la presión arterial, al eliminar residuos de la sangre y estimula la producción de más glóbulos rojos.

Esto, previene problemas de dilatación o constricción de los vasos sanguíneos y adecuados niveles de calcio, fosforo, sodio y vitamina D.

Preparación psicológica

A pesar de los temores sociales relacionados a este tratamiento, la vida de muchos pacientes con trastornos renales continua plenamente.

Sin embargo, quien vaya a someterse a este tratamiento, debe mentalizarse cambios en su rutina de salud, ejercicio y alimentación. Afortunadamente, un buen proceso de hemodiálisis mejora la concentración, el ciclo de sueño y el metabolismo. También, disminuye los dolores y la debilidad.

Es muy importante que tu nefrólogo y enfermera de diálisis apliquen correctamente el tratamiento. De no ser así, se corre el riesgo de padecer hipotensión, subidas de potasio, depresión, inflamación y calambres.

Actualmente, disciplinas como la ingeniería, la genética, biología y diseño, están dando sus primeros pasos en el cultivo celular para recrear órganos funcionales para ser trasplantados.

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