Sindrome del sabio

Una persona con Sindrome de Savant  o Sindrome del sabio puede aprender millones de datos, reproducir artísticamente eso que ve y tocar instrumentos sin el requerimiento de aprendizaje, no obstante, algunos de estos no pueden ni cubrir sus necesidades más básicas como ser humano.

Fue J.Langdon Down, descubridor del Síndrome de Down o síndrome del fenotipo trisomía 21 quien acuñó el término “idiot savant” o sabio idiota que acabo por ser poco aceptado y quedar algo obsoleto. En hoy en día actualidad se le conoce especialmente por el nombre de Síndrome de Savant o Sindrome del Sabio.

El Síndrome de Savant combina un funcionamiento cognitivo habitualmente bajo con una o varias habilidades excepcionales. La música, el arte, el cálculo o la memoria son algunos de los espacios en los que estas personas suelen destacarse notablemente.

Es un trastorno poco frecuente. Su escasa prevalencia entre la población general junto con los problemas de encajarlo en un trastorno determinado como lo es el autismo o en cualidades como la superdotación, hacen que este síndrome sea un quebradero de cabeza para la gran parte de los estudiosos del tema.

Este Síndrome de Savant posee una serie de particularidades generales determinadas en un bajo cociente intelectual, altas capacidades o talentos vinculados fuertemente con el arte, la música, la memoria o el cálculo, poca lógica y problemas de lenguaje, alta memoria visual, gran, habilidades mecánicas, grandes dificultades sociales e intereses obsesivos capacidad para captar y reproducir dibujos o imágenes 3D entre otras cualidades y déficits que suelen tener.

Por lo general, este síndrome suele tomarse, dentro de los trastornos del desarrollo, como un tipo determinado de autismo, pareciéndose en mayor parte al síndrome de Asperger, que dentro de la apariencia autista es tomado como el trastorno menos profundo.

En el Síndrome de Savant, las hipótesis creadas bajo la posibilidad de una existencia de daño cerebral en el hemisferio izquierdo han sido fuertemente respaldadas por las actuales pruebas de neuroimagen.

De este modo, una persona con  Síndrome de Savant podría poseer el hemisferio derecho más subdesarrollado, siendo éste el responsable de los talentos extraordinarios que tienen.

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