¿Qué es una prótesis dental y cómo usarla correctamente?

La prostodoncia es una especialidad de la odontología que se encarga de ofrecer una alternativa para la situación de las piezas dentales ausentes. Las prótesis dentales pueden ser fijas, removibles, parciales o totales.

Por lo general, las prótesis totales, conocidas también como placas, son utilizadas en la rehabilitación completa de la dentadura del individuo, que normalmente se indican a las personas adultas mayores, quienes son las que más frecuentemente presentan ausencia dental completa.

Dentro de los efectos secundarios más comunes que el paciente recién rehabilitado con prótesis total podría experimentar están la inflamación de la mucosa bucal, que con frecuencia se debe a la desadaptación de las prótesis en los tejidos o por presentar algún tipo de alergia al material usado para la construcción de éstas, lo que desencadenaría en heridas muy dolorosas.

Otro problema es el impedimento al hablar y al masticar, que puede deberse a la falta de costumbre y a la dificultad de manejo apropiado de las prótesis o por un tamaño exagerado de los dientes artificiales.

En algunos casos será necesario la rectificación o el cambio de la prótesis. Muchas veces el individuo presenta un hongo en la mucosa, que se debe a una deficiente limpieza de sus placas combinada con la edad.

Para evitar estos problemas, se recomienda al paciente que utilice prótesis totales (para todo el día), excepto en la noche, lavar la prótesis después de cada comida con el cepillo dental, así como las mucosas orales, y almacenar las prótesis en un vaso con agua toda la noche.

Lo mejor es mantener las piezas dentales naturales en función el mayor tiempo posible en la boca, algunas prótesis siempre presentarán más de alguna deficiencia en la masticación o en la fonación.

Sin embargo, hay que reconocer que la prótesis total es una gran opción para los pacientes con ausencia dental completa, que al saber utilizarla traerá muchas ventajas para la persona rehabilitada.