¿Qué es la insuficiencia renal crónica?

Los riñones son los órganos encargados de hacer funcionar correctamente nuestro sistema urinario. Pero, cuando hay fallas para filtrar debidamente las toxinas y desechos en la orina, se diagnostica la insuficiencia renal.

Es decir, los riñones están incapacitados para excretar las sustancias restantes en el cuerpo y afectan las funciones de los riñones.

Esta enfermedad trabaja lenta y progresivamente, cuando estalla puede padecerse de dos formas: aguda y crónica. En este caso, nos centraremos en el segundo tipo, la insuficiencia renal crónica.

Pues, esta enfermedad afecta a 1 de cada 100 personas alrededor del mundo.

¿Qué es la insuficiencia renal crónica?

¿En qué consiste?

Las nefronas, son los filtros de nuestros riñones, cuando fallan, se acumulan residuos que afectan las múltiples funciones de estos órganos.

Estas son: regular la presión arterial, la producción de glóbulos rojos, ayuda a la producción de calcio, vitamina D y fosforo. Incluyendo, la producción de hormonas sexuales y claro, producir orina de calidad.

Si nuestros riñones no funcionan bien, esto nos hace propensos a una degeneración del órgano y a enfermedades como anemia, diabetes, neuropatía, hipertensión arterial, pericarditis, malnutrición y desequilibrio electrolítico.

¿Cómo afecta mi estilo de vida?

Principalmente, disminuye la calidad de vida del paciente de forma psicológica, pues requiere de un cambio radical en la rutina. Sin embargo, esta enfermedad en sus primeras etapas es difícil de detectar.

Es, en su tercera etapa, donde el riñón comienza a perder hasta un 60% la capacidad de sus nefronas. En este punto, se presentan síntomas como la anemia, dolor en los huesos, palidez, por ejemplo.

Para ello, el paciente de adaptar su rutina a un nuevo régimen alimenticio, medicamentos. Quizás, sesiones de hemodiálisis, diálisis peritoneal y en casos severos, un trasplante de sangre.

A cuidar y prevenir

Como toda enfermedad generada en los sistemas del cuerpo, lo recomendable es optimizar nuestros hábitos de consumo y actividad física. Es importante, beber entre 1 o 2 litros de agua al día para mejorar la condición de las nefronas. Además, la actividad física mejorará la circulación sanguínea y la eliminación de toxinas.

Para finalizar, es importante que acudas a un chequeo médico con exámenes de orina y sangre, de forma regular. Después, dependiendo de tu caso deberán realizarte una radiografía torácica, ultrasonido renal o biopsia.

Este tipo de insuficiencia renal no puede revertirse, es decir, irá progresando con el tiempo.

Sin embargo, existen tratamientos específicos, acompañados de una buena dieta y hábitos que mantienen a raya su efecto decadente. Te invitamos a investigar y acudir a un chequeo rutinario para descartar esta enfermedad que ataca silenciosamente a millones de personas.


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