Tengo 22 años de edad, estoy en Nueva York. Desde hace cuatros años vivo con el padre de mi hija. Legalmente no estamos casados. El problema es que desde 3 años para acá empezó la desconfianza de mi parte hacia él porque me enteré que me engañaba con otra mujer.
Le perdoné su engaño pero nunca pude olvidar su infidelidad. Ahora ninguno de los dos nos tenemos confianza. Trato de hablar con él para ver si nos podemos dar tiempo y tratar de separarnos por un tiempo para que podamos decidir si de verdad queremos estar el uno con el otro.
Estoy cansada de decirle que una pareja no puede permanecer unida si no se tienen confianza. La relación no puede funcionar así.
No quiero que mi hija sufra por nuestros problemas pero de verdad no sé qué hacer. Todos los días tocamos el mismo tema de la desconfianza.
E. Santana, Nueva York.
Respuesta
La cuestión no es hablar y hablar, la cuestión es hacerlo con claridad y tomando decisiones. Dices que él te fue infiel y ese es motivo suficiente para tu desconfianza. No explicas si también tu has sido infiel, en cuyo caso lo más razonable y justo para ambos sería una separación. Tampoco dices si tienes certeza que ha vuelto a serte infiel.
Si ves que no existe posibilidad de diálogo, que la desconfianza y la mentira es lo que prima, y que permanece latente la posibilidad de la infidelidad, entonces deben pensar en una solución drástica y quizás una prueba podría ser la separación por un tiempo. Pero si eso no da resultado, tal vez no queda más remedio que una separación definitiva.
Existen organizaciones para ayudar a hombres y mujeres divorciados y también a niños, hijos de padres divorciados. Investiga si existe alguna de ellas en tu ciudad para que empieces con ayuda profesional para tu hija. Está bien claro que no podrás mantener una falsa relación solamente para no causar daño a la niña, eso no sería justo contigo, ni con tu pareja ni con la hija misma.