Caballos y personas se unen, pero esta vez no para trabajar ni para hacer deporte, sino para ayudar a los niños con daños cerebrales irreversibles.
Los médicos siguen librando una dura batalla contra las enfermedades, cada vez desarrollan nuevas técnicas o crean nuevas terapias para vencerlas y aplacar los estragos que producen.
Prueba de ello es la aplicación de la equinoterapia con niños que poseen daños cerebrales. La equinoterapia es conocida también como hipoterapia.
Ésta es una modalidad de terapia que utiliza el movimiento tridimensional y simétrico del caballo y el beneficio es el mejoramiento de aspectos como autoestima, problemas musculares, equilibrio, desarrollo de lenguaje, integración familiar y otros que bordean frecuentemente a las personas que sufren de alguna discapacidad.
Básicamente, mejora el equilibrio a través de ejercicios de gimnasia.
Las terapias
El movimiento del caballo hace que los pacientes vayan al compás de elevación y descenso, avance y retroceso y desplazamiento lateral. Los movimientos se asemejan a los que se realizan al caminar normalmente.
En el ámbito físico puede mejorar el balance de postura, movilidad y función; puede afectar también psicológicamente e incidir en las funciones de comunicación y conducta para pacientes de todas las edades.
La marcha del caballo produce un estímulo sensorial a través del movimiento, que es variable, rítmico y repetitivo.
Parálisis cerebral
Las personas con parálisis cerebral se caracterizan por la falta de capacidad para tener control completo.
Dependiendo de la parte del cerebro que está dañada y el grado de compromiso del sistema nervioso central, pueden ocurrir espasmos, los cuales producen alteraciones del tono muscular, movimientos involuntarios, trastornos en la movilidad y la marcha, convulsiones, sensación y percepción anormal, dificultades de visión, audición y lenguaje e incluso retardo mental.
Beneficios de la equinoterapia
El caballo motiva al niño con algún grado de retraso mental, de una forma natural, a moverse, explorar, tocar, hablar, mejorar el ritmo de respiración.
Algunos de los resultados en los pacientes que en estos momento trabajan con la equinoterapia son mejor autoestima, alienación corporal y control del cuello, disminución de espasmos y mejoras en el lenguaje.
En igual forma, instructores y médicos que trabajan en este tipo de terapias aseguran que los niños han logrado una mejor interacción con los otros pequeños y que han cambiado su estado de ánimo.