El papiloma humano, un enemigo de las mujeres

En Estados Unidos una de cada cinco personas adultas está infectada con el virus del papiloma humano (HPV por sus siglas en inglés), que ahora se conoce como la mayor causa de cáncer del cuello del útero en la mujer.

La infección no puede ser detectada fácilmente en hombres ni en mujeres. Es por eso un enemigo temible del que debes saber a tiempo para evitar males peores.

¿Qué es HPV?

El papiloma es la enfermedad viral de transmisión sexual más común en los países desarrollados. En Estados Unidos, por ejemplo, hay más de 24 millones de personas infectadas.

En Europa el virus afecta de un cinco por ciento a un 10 por ciento de la población, dice el doctor Alfred Jenson, director de investigaciones del Instituto de Cáncer Cervical en el Hospital del Oeste de Pensilvania, en Pittsburgh.

Se llama papilomavirus porque ciertos tipos pueden causar verrugas o papilomas, que son tumores benignos o no cancerosos.

Explica Jenson que el papiloma HPV es un grupo de más de 100 diferentes tipos de virus, pero que hay dos tipos básicos: uno de bajo riesgo de cáncer que es el que se manifiesta en forma de verrugas genitales (según el tipo de virus, las verrugas o tumores aparecerán en las manos, pies, boca o áreas genitales y el ano); y otro de alto riesgo que se encuentra en la mayoría de los casos de lesiones pre-cancerosas y cáncer del cuello del útero.

El virus del papiloma humano y el cáncer

La consecuencia más severa de esta infección es la posibilidad de desarrollar cáncer cervical, pero es importante destacar que esto sólo ocurre en el 15 por ciento de los casos; que esta infección es necesaria para la formación del cáncer cervical (pero no es el único factor), que la gran mayoría de las infecciones del HPV transcurren en forma silenciosa y que son resueltas por el organismo en forma espontánea, sin dejar secuelas.

Según el Instituto Nacional del Cáncer, el cáncer cervical es la segunda causa de muerte por cáncer entre las mujeres de todo el mundo; 400,000 mujeres contraen cáncer cervical cada año y más de la mitad (250,000) mueren como consecuencia, también cada año.

El 99 por ciento de los casos de cáncer cervical son causados por carcinomas o células cancerosas relacionadas con el papiloma HPV, de los cuales el 50 por ciento son causados por el tipo HPV-16 y un 25 por ciento por el HPV-18.

Otros tipos del virus asociados con el cáncer, incluyen los HPV-31, HPV-45, entre otros y causan lesiones más bien aplanadas, en comparación con los otros tipos del virus que causan verrugas.

Cómo se transmite y sus características

«El virus se transmite sexualmente, con el contacto directo con la piel y las mucosas, a través de las relaciones sexuales vaginales y anales», dice Jenson.
También puede transmitirse por baños de inmersión o en piscinas mal higienizadas.

En esta infección, que es la enfermedad venérea más comúnmente transmitida, los hombres son receptores y transmisores, pero en ellos la enfermedad no se desarrolla y en las mujeres sí, así como las lesiones visibles relacionadas y que pueden degenerar en cáncer cervical.

El virus no puede ser detectado en la parte exterior de los genitales masculinos ni femeninos y las verrugas genitales que suelen acompañar la infección no causan dolor, pero algunas pican o arden y en algunos casos sangran.

La parte emocional

Por otra parte estudios recientes demuestran que el hecho de que la enfermedad se transmita sexualmente causa sentimientos de culpa.

Según datos presentados en el doceavo congreso anual de la Sociedad Española de Patología Cervical y Coloscopía, la carga emocional del diagnóstico del virus del papiloma humano puede ser más perjudicial que la infección en si.

Un 76 por ciento de los pacientes diagnosticados con el virus sufre de ansiedad y un 70 por ciento de aislamiento y miedo al rechazo.

Prevención

Los factores de riesgos que nos hacen susceptibles a contraer la enfermedad
son:

  • Las múltiples parejas sexuales.
  • La actividad sexual temprana. Precipitarse a la intimidad es uno de los riesgos más grandes que una mujer puede tomar.

«Los hombres mienten, no encuentro una mejor forma de decirlo, así que lo más importante es la selección de la pareja porque las mujeres son las más afectadas», dice Jenson.

«Las mujeres son las que enfrentan las consecuencias más severas de esta enfermedad: contraer cáncer. Los condones no son 100 por ciento seguros, porque la infección se puede albergar en la base de éste. De cualquier manera, son mejor que nada», dice el doctor.
Un examen de papanicolao, en conjunción con el de HPV DNA cada dos o tres años, es recomendable para una detección temprana de la infección.

Múltiples estudios concluyen que, para combatirlo, cada mujer debe hacerse responsable de su cuerpo, porque este virus es un enemigo silencioso. La mujer debe familiarizarse con su cuerpo y con los fluidos que produce para poder determinar cuándo hay algo fuera de lo normal.

Tratamiento

Afortunadamente, en el 50 por ciento de los casos la infección es diluida por el sistema inmunológico humano. «Cuando se cuenta con buena salud, el sistema inmunológico se crece para hacer frente a la infección.

Este puede erradicar la infección, destruyendo las células que causan el virus, como ocurre con la mayoría de la infecciones», dice Jenson.

Por otra parte, el papiloma HPV no tiene cura conocida y las lesiones suelen ser recurrentes. Muchas infecciones van y vienen, presentan altibajos, pero pueden pasar a un estado latente.

En la actualidad se hacen estudios para la creación de una vacuna que permita controlar la infección, así como otras para prevenir el contagio y el desarrollo de las lesiones.

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