Los dolores en el nervio ciático son producidos por hábitos sedentarios y posturas que concentran la presión en sus distintos puntos.
El nervio ciático, inicia como filamentos que se desprenden desde la baja cadera hasta los pies. Se encargan, de transmitir las órdenes del sistema nervioso para trasladarnos y sentir las diversas sensaciones que experimentan nuestros pies, piernas y glúteos.
Poco a poco
Los masajes en las zonas afectadas no alivian el dolor de inmediato, sino que, eliminan progresivamente los puntos tensos. Estos, son las zonas en donde se concentra energía por estar mucho tiempo de pie o sentado.
Básicamente, masajear esta zona consiste en aplicar presión suavemente desde el pie hacia el glúteo. Es decir, presionar los talones, pantorrilla, muslo y glúteo de la pierna adolorida por diez segundos cada dos minutos.
En ese orden y ubicación, pues el nervio ciático corre por la parte posterior de la pierna. Incluso, puedes golpear suavemente estas zonas y también realizar ejercicios en la comodidad de tu hogar que hagan fluir la tensión acumulada.
Para la rutina diaria
Existen ejercicios que, practicados persistentemente aliviarán los dolores ocasionados en la ciática. El yoga y el taichí, son ejercicios que estiran y mejoran la circulación, disminuyendo la presión en las caderas, glúteos, piernas y pies.
Colocarte boca arriba y flexionar tus piernas ayudará a que la tensión y energía acumulada circule por toda la extremidad tras un largo día de trabajo. Además, masajearte circularmente en las zonas posteriores de la rodilla, la cadera y la planta de los pies contribuirá positivamente.
¿En qué me ayuda?
Durante el día, son muchas las situaciones que nos mantienen atareados y en constante estrés físico y emocional. Por lo tanto, es bueno aprender a tratar por uno mismo estos dolores, combinado con una rutina de ejercicio y descanso.
En casos severos donde los dolores sean insoportables, visita a un especialista o un centro spa. Incluso, existen métodos en la medicina oriental muy efectivos. De hecho, los masajes derivan de estas prácticas ancestrales.
Nuestro cuerpo como un templo, merece ser cuidado y prosperado. En este siglo, la salud física-emocional es importante, dedícate un tiempo para relajarte integralmente. Práctica estos sencillos ejercicios y masajes, los resultados se sentirán en la medida que sigas insistiendo. Si has sentido estos dolores y aplicado estos consejos, por favor coméntanos tu experiencia.