El amor verdadero es un torrente de sentimientos y emociones sin límites que se puede disfrutar en la vida. Realmente vamos por el mundo en busca del amor verdadero; y aveces nos toca dar pasos en falso que nos hacen reflexionar y dudar si realmente existe. Sin embargo en raras ocasiones en la vida se puede encontrar el amor verdadero, ese amor que está dispuesto a durar para siempre.
Pero toda relación sufre altibajos en su camino y aveces hay problemas que resolver, que pueden provocar angustia y dolor, pero no significa que debas dejar de intentarlo.
El amor es siempre vale la pena intentarlo, y aquí hay treinta señales para descubrirlo.
- Te sientes cómodo con la otra persona y no importa lo que los otros digan o hagan.
- Hacen planes para un futuro juntos.
- Siempre tiene tiempo para ti, aunque tenga una agenda muy saturada.
- Te toma como una prioridad, antes que los demás o que otras cosas.
- No necesitas rogar por el amor de la otra persona, te lo da sin pedirlo.
- Habla de ti a su familia, amigos y compañeros de trabajo.
- Superan los problemas juntos.
- Hay capacidad de perdonar cuando alguien se equivoca.
- No hay secretos en cuanto a su relación
- Siempre es una buena compañía.
- Siempre te sorprende con regalos, risas y cosas que no pueden comprarse.
- Siempre estará buscando tu compañía.
- No existe otra persona en la mente de tu pareja. No hay competencia.
- Hay contacto constante y consistente.
- El amor no es unilateral. Si es, o se siente así, entonces es probable que no sea correspondido.
- Compartir está abierto, sincero y sin dudarlo.
- Busca entender tus problemas y frustraciones.
- Considera que vales más que el costo de cualquier cosa que podrías comprar.
- Siempre tiene respuestas a tus preguntas de dónde, cuándo, cómo o por qué.
- No piensa en volver con su ex.
- Su familia y amigos no afectan la relación.
- Te sientes cómodo(a) a su lado.
- Siempre está pendiente de conocer qué tal te fue en día.
- No importan las clases sociales.
- Es fácil de perdonar, olvidar y seguir adelante cuando algo va mal.
- No necesitas comprar cosas para hacerle feliz.
- Mente, cuerpo y alma son apreciados y respetados.
- La relación es digna de protección y seguridad.
- Hay una conexión profunda.
- Dice «te quiero» o «te amo» sinceramente y mirando a los ojos.