Cómo ahorrar cuando nace un hijo

Uno más en la familia.

La llegada de un bebé a una casa supone un gasto a veces extraordinario por parte de los padres. Entre la emoción del momento, la poca experiencia y la sobreprotección que le quieren dar al nuevo miembro de la familia, se consigue que el bebé se convierta en una fuente de gastos continua.

Es normal que se quiera dar de todo a tu hijo; acaba de nacer y parece que rodearle de todas las comodidades le hará la vida más fácil. Y es cierto; el problema es que se complique la de los padres por los excesos del momento.

Ante todo, organización

Si nos fuésemos de viaje o si quisiéramos conquistar un territorio, lo normal es que primero nos organizásemos.

Ese gran enemigo que es la emoción del embarazo, hace que se compre compulsivamente todo tipo de productos, muebles o ropa que es posible que después o no necesitemos o no utilicemos. Así que organización y vamos a tener en cuenta un par de cosas.

Lo mejor para comprar ropa de bebé es esperar a dos cosas; una, saber su sexo. Más que nada porque la ropa clásica de niños pequeños se destila en rosa o en azul.

Es evidente que no pasaría nada por vestir a un niño de rosa y a una niña de azul, pero más vale prevenir. Además, tenemos que tener en cuenta que hoy en día los colores en las colecciones de ropa de recién nacidos utilizan una gama más amplia, y no tan ajustada a esos antiguos clichés.

Lo segundo que tenemos que saber es que nos van a regalar cosas. Esto funciona así: te regalan ropa, muebles, utensilios para el cuidado del niño… Y todo eso supone un gasto menos. Mejor que se repita un regalo con otro a que te regalen algo que ya tenías y en lo que te has gastado el dinero.

Ahorrar en el cuidado del bebé

Claro que la higiene del niño es muy importante. Ahorrar no significa hacer malvivir a tu hijo en sus primeros días de vida, pero sí ser consciente del gasto que este tipo de cosas suponen. Una buena idea es partir a la mitad las toallitas limpiadoras, así las utilizarás de manera más ajustada al número que necesitas en realidad.

Sobre los pañales, lo mejor es, si se tiene la posibilidad, adquirirlos fuera del supermercado, donde suelen estar más caros, y fíjate en otros que no son de las primeras marcas, pero que tienen una relación calidad-precio más acorde con la realidad.

Para los precios también es bueno informarse y, en este caso, nuestra fuente serán las otras madres con algo más de experiencia, que nos podrán decir si ellas lo compran más barato y dónde.


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