Si eres de la que se preocupa con la flacidez mandibular y los surcos nasales que pueden ocurrir con el paso de los años, puedes olvidarlo en una sesión de belleza aplicando el biolifting.
Tiene como objetivo principal devolver la luminosidad y la lozanía al rostro, empleando microcorrientes (corrientes de baja intensidad que se asemejan a la corriente natural del cuerpo) para alisar la piel.
Esto consiste en una radiofrecuencia que funciona como un mecanismo de biorevitalización y es una muy buena herramienta para alisar la piel, corregir arrugas, reparar, regenerar y restaurar los tejidos de forma eficaz y rápida para frenar o evitar el envejecimiento.
Esta tecnología se dedica al tratamiento anti-edad y para eliminar la flacidez del cutis, también conocida como lifting por radiofrecuencia, es una de las opciones no quirúrgicas más recientes, no es dolorosa ni invasiva, y ofrece rápidos resultados, que son duraderos a varios niveles desde su primera aplicación.
Asimismo, este tratamiento puede realizarse en conjunto con el del blanqueamiento dental, y es llamado Smiling light up.
Este, al utilizarse sobre la piel del cutis genera una sensación agradable de calor templado que estimula y contrae la formación de nuevas fibras de colágeno, elastina y ácido hialurónico.
El biolifting puede trabajarse sobre 32 músculos diferentes a nivel de la cara, desde su origen y punto de inserción hacia el interior. Este tratamiento es bueno para:
- Arrugas profundas y superficiales.
- Surco nasolabial.
- Flacidez en los tejidos del rostro y del cuello.
- Celulitis edematosa y fibrosa.
- Contorno facial poco o nada definido.
En lo que respecta a los resultados, desde la primera sesión pueden ser notables, con un aumento de luminosidad, contracción, densidad dérmica, relajación y opulencia de la piel (de esto se trata el efecto lifting).
El número de aplicaciones de este método tecnológico puede variar, esto de acuerdo a cada persona, según el tipo de piel que tenga, su edad, y la necesidad de su epidermis.