Nos encontramos ante un nuevo tipo de bebidas no alcohólicas cada vez más populares, sobre todo en ciertos sectores de la población. ¿Cuál es la causa de que su consumo vaya en aumento?
Las bebidas energizantes, como su nombre lo indica, producen un efecto estimulante al ser ingeridas: Incrementan la resistencia física, aumentan el nivel de concentración, evitan el sueño y la fatiga, proporcionan sensación de bienestar, permiten reacciones más veloces.
No han de confundirse con las bebidas hidratantes, utilizadas en la práctica deportiva para reemplazar los nutrientes que el cuerpo pierde durante el ejercicio.
Los ingredientes principales de estas bebidas son: La taurina (producida naturalmente por el organismo, es un aminoácido cristalizable que se encuentra en la bilis, funciona como un transmisor metabólico y desintoxicante), el guaraná (fruto de origen brasileño, con propiedades refrescantes y estimulantes, 100 mg de guaraná contienen tanta cafeína como una taza de café negro), la cafeína y la tiamina o vitamina B1, y otros.
Todas estas sustancias ejercen un efecto estimulante en el sistema nervioso y en el cardiovascular, lo que se traduce en mayor contractibilidad del músculo cardíaco, vasodilatación o vasoconstricción, insomnio, nerviosismo, taquicardia.
Pensadas originalmente para ser utilizadas por breves períodos de tiempo en situaciones de trabajo o estudio intenso, o que requieren de atención extrema, o para uso de los deportistas con el objeto de mantener el nivel físico necesario durante una competencia.
Se está dando actualmente un alto consumo de bebidas energizantes entre la gente joven, motivado por el deseo de lograr la energía suficiente para resistir jornadas extenuantes de baile con música electrónica, para la práctica de deportes extremos, el exceso de velocidad y otros retos que enfrentan dentro de sus mismos grupos sociales.
Al igual que con el alcohol y otras sustancias, con las bebidas energizantes se debe tener cuidado, ya que, además de los riesgos para la salud que ocasiona un consumo excesivo, existe el peligro de desarrollar dependencia.
Efectos colaterales de las bebidas energizantes
Estos son algunos de los efectos secundarios que puede producir el consumo de bebidas energizantes. Al presentar cualquiera de ellos es recomendable suspender el consumo de estas bebidas y de ser posible buscar ayuda médica para comprobar si es apto o apta para el consumo de las mismas.
- Palpitaciones o taquicardia.
- Nervios manifestados en temblor.
- Agitación o ansiedad.
- Alteraciones gastrointestinales.
- Dolor en el pecho o isquemia.
- Mareo o síncope.
- Parestecia (hormigueo o adormecimiento del tacto).
- Insomnio.
- Respiración anormal.
- Dolor de cabeza.
Las empresas distribuidoras han de ser muy cuidadosas en el cumplimiento de las normas que rigen el etiquetado de estos productos. Debe informarse al consumidor que no se deben mezclar con bebidas alcohólicas, la cantidad máxima que se puede consumir en un día, situaciones de salud (como la hipertensión) que desaconsejan su consumo, etc.
Por su parte, las personas que ingieren estas bebidas han de ser muy cuidadosas en su uso, teniendo claro que alguna vez estará justificado, pero que no pueden depender de ellas de forma habitual para el buen desempeño de sus estudios, trabajos, ocupaciones, etc., por los efectos negativos que produce su uso excesivo y prolongado.