Estudiantes que trabajan

Dos empleos a tiempo completo. ¿Suena imposible? Sólo pregúntale a miles de personas que llevan una doble vida: Durante el día son trabajadores y por la noche (o temprano en la mañana) estudiantes universitarios.

Dos responsabilidades igual de absorbentes, ¡y sólo 24 horas para desempeñarlas!

Es común ver en las aulas a jóvenes vestidos de saco y corbata, o medias y zapatos de tacón alto. “Un 80 por ciento de mis compañeros estudia y trabaja”, dice Karen Ramírez, estudiante de último año de Derecho.

Hay quienes comienzan a laborar apenas entran a la universidad, otros esperan hasta los últimos años para hacerlo. En cualquier caso, el trabajo a tiempo completo o a medio tiempo ya no sólo es para graduados.

Hora de trabajar

Esta inserción prematura al mundo laboral tiene diversos motivos. Muchos lo hacen porque simplemente tienen que hacerlo, tal es el caso de Rogelio Torres, estudiante de Administración de Empresas. “Necesitaba dinero para pagarme la universidad, por eso comencé a estudiar.”

Adquirir experiencia es otra de las grandes razones, pues en algunas carreras la teoría difiere de la práctica.

Al salir graduados (si es que logran pasar la odisea de estudiar y trabajar), los nuevos profesionales tienen ya varios años de experiencia. “Podés aplicar a un mejor puesto si tenés experiencia. Al que sólo ha estudiado, aunque tenga las mejores notas, le cuesta más”, comenta Ramírez.

Otra gran ventaja es que los estudiantes salen bien “conectados” en el que será su campo de trabajo, y tienen oportunidad de decidir si eso es lo que quieren hacer el resto de su vida.

Cuadernos empolvados

Indudablemente la tarea no es fácil. Quienes estudian y trabajan suelen rendir menos académicamente. “Llego a las 9:00 p.m. a mi casa y ya no me quedan ni ganas de estudiar”, comenta Rolando Sibrián, estudiante de Administración de Empresas.

Debido a dificultades para balancear trabajo y universidad, muchos descuidan uno de los dos, usualmente los estudios. “Mi prioridad debió ser el estudio, pero hoy ya me gustó el dinero”, asegura.

Lo importante es poner las cosas en la balanza y establecer prioridades. Después de todo, como dice Karen Ramírez: “Soy una estudiante que trabaja y no una trabajadora que estudia”.

Consejos para los estudiantes que trabajan

Para sobrellevar esta “doble vida” de estudiante y empleado, toma en cuenta las siguientes recomendaciones:

  • Balancea la carga. Lleva sólo las materias que puedas atender, y no adquieras más responsabilidades laborales de las que puedas manejar.
  • Organiza bien tu tiempo. Muchas personas cuando tienen poco tiempo y cantidad de actividades logran manejar mejor su horario.
  • Conoce tu ritmo y tus hábitos de estudio. Si aprendes más al ir a clases que sólo leyendo, no faltes a ninguna. ¿Estudias mejor de noche o de día?
  • Si no es económicamente indispensable, es mejor trabajar hasta que estés en los últimos años de tu carrera. Así estableces bases académicas sólidas y un buen promedio de notas.
  • No olvides que tu prioridad es el estudio.
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