El impacto de la enfermedad renal crónica

Con el crecimiento desmedido de la epidemia de la diabetes, se ha observado un incremento en la enfermedad renal crónica y esta es actualmente la causa número uno de ingreso a diálisis en el mundo. La enfermedad renal crónica es un padecimiento cada día mas frecuente en México y el mundo, siendo de un gran impacto económico y considerado un problema de salud publica.

La enfermedad renal crónica es un padecimiento cada día mas frecuente en México y el mundo, siendo de un gran impacto económico y considerado un problema de salud publica.

El impacto de la enfermedad renal crónica

Este se refiere a la pérdida de las funciones de los riñones, que se produce de forma lenta ( meses o años ) y que se asocia con diversas enfermedades que de forma secundaria dañan el riñón como son: Hipertensión arterial, diabetes, litiasis de los riñones, enfermedades congénitas del riñón entre otras.

Acumulo de deshechos

Los riñones son un par de órganos que tienen diversas funciones importantes para el mantenimiento del equilibrio en el organismo como son: filtración del agua, excreción de sustancias de deshecho, regulación del metabolismo del hueso, producción de hormonas como es la eritropoyetina, regulación de los electrolitos y el agua corporal.

En la enfermedad renal crónica, también conocida como insuficiencia renal crónica, las funciones de los riñones se han disminuido considerablemente y las manifestaciones de la enfermedad pueden ser muy discretas o ampliamente manifiestas de acuerdo al grado de daño con el que curse el paciente.

Los síntomas son la expresión del acumulo de los productos de deshecho del organismo en la sangre. Se pueden afectar todos los aparatos y sistemas y la manifestación es sumamente variable de un paciente a otro.

Los síntomas comunes son: Alteraciones en el ritmo del sueño ( somnolencia diurna, insomnio ), irritabilidad, depresión, náuseas matutinas, vómitos después de comer, cansancio, pérdida de peso por falta de apetito, etc.

Existen otros síntomas mas graves pero cada paciente manifiesta datos diferentes.

Invariablemente los pacientes con enfermedad renal crónica manifiestan anemia debido a la perdida de la producción de la hormona eritropoyetina, que es necesaria para la formación de eritrocitos ( células rojas de la sangre ).

Otro hecho característico: En la enfermedad renal crónica no hay dolor de los riñones, y algunos pacientes pueden no estar hinchados y continuar orinando.

Riñones en funcionamiento

La función de los riñones se puede medir a través de diversos métodos de complejidad variable. Los que se encuentran a la mano de la mayoría de los médicos son: La depuración de creatinina (recolección de orina de 24 hrs.) y la estimación de la función renal a través de formulas matemáticas.

El grado del daño de los riñones se establece en 5 etapas de acuerdo a la clasificación de la Fundación Nacional del Riñón, (NKF) por sus siglas en inglés, que van del grado 1 al 5.

El tratamiento de la enfermedad renal crónica se efectuará de acuerdo a la etapa en la que se haya clasificado al paciente, y lo principal es el control de las enfermedades de base del paciente como son la diabetes y la hipertensión principalmente.

Cuando la perdida de la función de los riñones avance y se clasifique definitivamente en la etapa 5, se considera el tratamiento con los procedimientos conocidos como diálisis y trasplante renal.

La diálisis

La diálisis es un procedimiento terapéutico en el cual se sustituye la función de excreción de productos de deshecho y del exceso de agua que los riñones ya no son capaces de efectuar.

Este término puede referirse a 2 modalidades:

Diálisis peritoneal: La diálisis se efectúa a través del peritoneo, que es una capa de tejido que recubre a la cavidad abdominal y a las vísceras que se alojan en ella. El peritoneo se comporta entonces como un filtro a través del cual se eliminaran tanto los productos de deshecho como el agua. Se requiere la implantación de un catéter abdominal para poder realizar la diálisis, así como el entrenamiento del paciente y sus familiares para poder efectuar la diálisis en casa. Cuando la diálisis peritoneal funciona adecuadamente, es una opción que permite al paciente rehabilitarse completamente y brinda una mejoría sustancial en la calidad de vida.

Hemodiálisis: Es el procedimiento que se refiere a la extracción de las sustancias de deshecho y del agua a través de una membrana sintética conocida como riñón artificial o máquina de hemodiálisis. Se requiere la implantación de un acceso vascular ( catéter ) en un vaso de gran calibre como son las venas yugulares internas, o bien la realización de una cirugía para crear una fístula arteriovenosa en una extremidad para poder tener acceso a la sangre y llevar a cabo el procedimiento.

Contrario a la diálisis peritoneal, no se requiere un entrenamiento especial para la hemodiálisis ya que esta se realiza en un ámbito hospitalario en una pauta común de 3 sesiones por semana. Cada sesión dura de 3 a 4 hrs. y su principal desventaja es que el paciente debe acudir al hospital e invertir tiempo en su desplazamiento y permanencia en las sesiones, así como la falta de suficientes riñones artificiales que pueden suplir la demanda de la cantidad de enfermos que hay actualmente.

El trasplante renal

El trasplante renal es la terapia de elección para el paciente con enfermedad renal crónica en etapa 5, ya que es el tratamiento que ha demostrado tener un mayor impacto en la calidad de vida y rehabilitación de los enfermos.

Desafortunadamente en México no se cuenta con una cultura amplia de donación de órganos, por lo cual es difícil obtener un injerto renal, y las dos formas de hacerlo son: la espera de un órgano de donante fallecido o bien la donación de un riñón por parte de un donante vivo.

En la lista de espera de un órgano de donante fallecido el enfermo puede permanecer durante años. En el camino de trasplante de órgano de donante vivo, se deben efectuar protocolos de diagnóstico complejos tanto al donante como al receptor para asegurar el mayor éxito en la evolución de ambos.

En México existen en la actualidad aproximadamente 100,000 pacientes con enfermedad renal crónica candidatos a diálisis y/o trasplante, sin embargo la capacidad de atención del servicio de salud es escasa si no se cuenta con IMSS o ISSSTE, y aproximadamente la mitad de estos enfermos no tienen acceso a la diálisis.

Los esfuerzos actuales se encaminan a la prevención y detención de la enfermedad renal crónica en sus etapas iniciales y la especialidad médica que se ocupa en profundo de las enfermedades del riñón es la nefrología.

El equipo de salud deberá ser conformado principalmente por médicos de atención primaria ( Médico general o Especialista en Medicina Interna ), ya que en México hay un déficit de médicos especialistas en nefrología, quienes suman un número de aproximadamente 600 en el país, insuficientes para la cantidad de enfermos que hay que evaluar y tratar.

Se debe recomendar a todo paciente diabético e hipertenso, así como a quienes cursan con enfermedades congénitas del riñón o litiasis que acudan a solicitar atención médica y se establezca el estado de la función de sus riñones. Esto puede hacerse por un médico de atención primaria o un médico internista.

De ser requerida una evaluación mas profunda, estos médicos serán los encargados de canalizar a los enfermos al nefrólogo para su manejo.

El nefrólogo estará en capacidad de ofrecer tratamiento de detención del daño renal (nefroprotección), orientar al enfermo sobre las técnicas de diálisis, implantar el acceso peritoneal o vascular, prescribir los medicamentos complementarios al tratamiento de diálisis, así como seleccionar y preparar a los candidatos a trasplante renal.


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