Al referirse al nervio más extenso y grueso de nuestras extremidades inferiores, es algo confuso ubicarlo mentalmente, pero lo podemos hacer a través de su anatomía. Bien, lo primero que hay que saber es que inicia en la parte inferior de nuestra columna vertebral.
En ese punto, desde unas grietas en las medulas espinales inferiores se abre paso y se agiganta para luego distribuirse como filamentos. Estos, se encargan de transmitir los impulsos nerviosos que experimentamos en nuestros muslos, pantorrilla, tobillo y pies.
Parte superior
Inicia como un ramo de extensiones nerviosas a la altura del abdomen bajo. Allí, existen unas grietas u orificios entre los huesos de la columna que son llamados forámenes. Entonces, atraviesa la parte interna de la pelvis mediante el foramen ciático mayor.
Ahora, el nervio esta posicionado en la zona de los glúteos, específicamente, debajo de un musculo llamado piriforme. Este musculo, esta la parte más profunda de los glúteos y sirve para darle rotación al fémur, entre sus funciones importantes.
Parte media
El nervio ciático desciende por debajo de los muslos superiores, esa es la parte posterior de nuestras piernas. Por lo que, vuelve a aparecer en la parte posterior de la rodilla como una larga extensión que se bifurca en este punto.
Dividiéndose así en: el nervio peroneo común y el nervio tibial. El primero, se divide en varias partes, nos interesa es el nervio peroneo superficial, que está en los músculos debajo de la rodilla. El segundo, se extiende en la parte posterior debajo de la rodilla hasta llegar al tobillo y los dedos del pie.
Parte baja
Aquí, el nervio tibial se divide en los plantares laterales y mediales, responsables de la movilidad de los músculos y huesos del pie y sus dedos. Por otro lado, el nervio peroneo en su extensión profunda, da posibilidad a los músculos que nos permiten extender o apretar los dedos de nuestros pies.
El cuidado del cuerpo con una rutina de ejercicio y un régimen alimenticio moderado contribuye al mantenimiento de estas zonas. Recuerda, nuestro cuerpo es una gran empresa, y los nervios son los mensajeros que comunican cada sensación humana.