Cómo dejar de comer emocionalmente

La alimentación es una parte importante en nuestra vida. El cuerpo obtiene sus nutrientes de los alimentos que consumimos, sin embargo a veces podemos pasar por alto nuestros hábitos alimenticios que provocan aumentos de peso.

Uno de los problemas más comunes es el comer emocionalmente.

El problema de la alimentación emocional puede terminar con la escala, sino que comienza en la mente. El estrés se cobra su peaje en nuestra vida y cuando las defensas están en peligro la salud recibe un golpe y también lo hacen las emociones.

Todo el mundo tiene días buenos y días malos. ¿Cómo nos ocupamos de los malos días en los que comer emocionalmente está juego?. Se busca la comodidad para sus heridas.

Las personas que recurren a la comida como consuelo para encontrar un mecanismo de supervivencia que no juzgarlos, daño o les dicen que «no». Para complicar el asunto, el consumo de alimentos placenteros pueden estimular la liberación de endorfinas, al igual que el ejercicio. Así que, después de comer, se siente mejor.

Los comedores emocionales usan la comida para aliviar el estrés. Se esconden detrás de la comida en vez de buscar soluciones a los problemas. Esto no es raro que el estrés es algo horrible, tanto como el abuso físico o la muerte.

Pero, ¿cómo sabes que está utilizando los alimentos de esta manera? El primer signo es evidente. Usted ganará peso si come demasiado. A la luz del aumento de peso, examine otras áreas de su vida:

  • Ha estado bajo estrés últimamente en el trabajo o en casa.
  • Ha tenido alguna experiencia traumática que ha ocurrido en el último año.
  • Está tratando con un problema, pero no ha encontrado una solución.

Si responde «sí» a alguna de estas preguntas podría significa que usted es un comedor emocional. Se come pero no está necesariamente con hambre en ese momento. Los alimentos que usted elija es lo que denominamos «comidas reconfortantes»:

  • Alimentos ricos en grasa, como papas fritas, alimentos fritos.
  • Los alimentos ricos en carbohidratos como macarrones con queso, puré de patatas.
  • Los alimentos azucarados como helados, donas, galletas, pastel.

Hay ayuda para comedores emocionales. El primer paso es reconocer que tienes un problema. Usted experimentará sentimientos de impotencia y culpa. La culpa es de más potencialmente arruinar su salud y la indefensión radica en el hecho de que usted no ve una salida.

En segundo lugar, buscar asesoramiento. Hay muchos tipos de consejeros por ahí que pueden satisfacer sus necesidades. El comer emocional no tiene nada que ver con la dieta o cambiar sus hábitos alimenticios, pero ganar control sobre sus emociones.

Un consejero puede sugerir cosas como la visualización, la práctica de la resolución de habilidades, técnicas de relajación y apoyo familiar problema. La visualización ayuda a ver sus problemas de una manera realista y no exagerado. También aprenderá a ver la comida como la nutrición para el cuerpo y no una muleta emocional.

En tercer lugar, su familia puede aprender los factores desencadenantes de estrés y estar al pendiente de los cambios en sus hábitos alimenticios.

Ellos pueden ayudarle a ser consciente de los alimentos que están comiendo, ayudarle en la elección de alimentos saludables y hacer ejercicio con usted. Dieta adecuada y el ejercicio aumenta la inmunidad, el flujo sanguíneo y el pensamiento positivo. El yoga mejora la conexión mente/cuerpo para que no se come cuando no tiene hambre.

Encuentre nuevas maneras de resolver sus problemas y hacer frente a la tensión empujará la comida fuera de la ecuación. Usted se sentirá bien por la búsqueda de soluciones que sustituirá la dependencia de los alimentos.


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Nota: La información proporcionada en este sitio es sólo una guía de orientación y no reemplaza a la atención médica que pueda proporcionarle un especialista de salud.

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