La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) es una enfermedad pulmonar devastadora que reduce progresivamente la capacidad de respiración de los afectados. Se caracteriza por la inflamación de los bronquios y de los pulmones.
La Organización Mundial de la Salud calcula que la EPOC mata a más de 3 millones de personas cada año y alrededor de 600 millones la padecen. A escala global, ocupa el cuarto lugar entre las enfermedades con mayor índice de mortalidad al igual que el SIDA.
Factores de riesgo
Los fumadores de cigarros, puros, fumadores en pipa y otros tipos de tabaco tienen elevado riesgo de sufrir la enfermedad. Además los fumadores pasivos también sufren riesgo de contraerla.
Se ha observado prevalencia en hombres de edad avanzada y de bajo nivel socioeconómico.
Otros factores de riesgo de contraer EPOC son: exposición laboral a productos químicos, contaminación ambiental, hiperreactivilidad bronquial e infecciones respiratorias graves en la infancia.
Síntomas del EPOC
La progresión de la tos y la producción de moco conforman los síntomas típicos del paciente con bronquitis crónica.
Cuando la enfermedad avanza aparecen síntomas como la progresiva falta de aire y la fatiga fácil. El otro espectro clínico de la EPOC es el enfisema pulmonar.
EPOC y Symbicort
Las exacerbaciones son clasificadas por los pacientes con EPOC como el aspecto de su enfermedad que más temen.
A medida que aumenta la gravedad de la enfermedad, las exacerbaciones son más frecuentes y tienen peores síntomas, lo que contribuye a una disminución de la función pulmonar, deterioro de la calidad de vida y un aumento del riesgo de hospitalizaciones.
Las directrices actuales identifican las exacerbaciones como un objetivo clave del tratamiento de la EPOC y recomiendan el uso de un corticosteroide inhalado junto con un broncodilatador de acción prolongada para evitar estos eventos que ponen en peligro la vida.